Dar

lunes, 30 de noviembre de 2009

Dar
Lo que hay que ser es mejor
y no decir que se es bueno,
ni que se es malo.
Lo que hay que hacer es amar
lo libre en el ser humano.

Lo que hay que hacer es saber,
y alumbrarse ojos y manos,
y corazón y cabeza,
después, ir alumbrando.

Lo que hay que hacer es dar más,
sin decir lo que se ha dado,
Lo que hay que dar es un modo
de no tener demasiado
y un modo de que otros tengan
su modo de tener algo.

Trabajo es lo que hay que dar,
y su valor al trabajo.

Y al que trabaja en la fábrica,
y al que trabaja en el campo,
y al que trabaja en la mina
y al que trabaja en el barco,
lo que hay que darles es todo:

luz y sangre, voz y manos
y la paz y la alegría
que han de tener aquí abajo
que para las de allá arriba
no hay que apurarse tanto.

Por eso quiero hijo mío
que te des a tus hermanos,
que para su bien pelees
y nunca te estés aislado.
Bruto y amado del mundo
te prefiero a solo y sabio.

A Dios que me de tormentos!
a Dios que me de quebrantos!
pero que no me de un hijo
de corazón solitario.


Andrés Eloy Blanco

Las tareas pendientes

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Las tareas pendientes
Octavio Solís

Este año que termina nos deja enormes tareas pendientes en el terreno de lo político, sea para discernir la realidad o para asumir nuestro compromiso y transformarla. En México se inician grandes cambios que tienen que ver con el reacomodo de la oligarquía. La punta del iceberg es el ataque al SME el pasado 11 de octubre. Lo que nos recuerda el sexenio salinista cuando se fraguó una guerra contra ciertos personajes del sindicalismo nacional (la Quina de los petroleros, Jongitud Barrios del SNTE, Pérez Arreola del STUNAM) y otras veces, contra organizaciones sindicales enteras (la desintegración de la Ruta 100, la privatización de Telmex).
El empuje del nuevo sindicalismo independiente llegó a su paroxismo en los años ochenta con la conquista de las calles céntricas, pero también comenzó su inmediato reflujo con la implementación del proyecto neoliberal por parte de Miguel De la Madrid. Esto trajo consigo los famosos topes salariales como medida de contención de la inflación, así como el desconocimiento de huelgas que intentaban romper dicha imposición. Salinas de Gortari agudizó aún más esa política de golpeteo; no sólo con la amenaza de mano dura, sino que implementó un sello innovador a su estilo de política represiva, que bien podríamos denominar como intrismo, la cual consiste en permear como la humedad, a las organizaciones sindicales, para luego asestarles un duro golpe. No olvidemos que Romero Deschamps era el brazo derecho de la Quina, y que Elba Esther era una de las más cercanas colaboradoras de Jongitud Barrios.
Todo aquello no fue sino un reacomodo de la oligarquía mexicana, pues fue en el sexenio de Salinas cuando más se consolidó y avanzó el proyecto neoliberal. Está claro que varias organizaciones sindicales o ciertos dirigentes de ellas, le estorbaban. Aún hoy el sindicalismo nacional no se ha podido recuperar totalmente de aquel embate. La izquierda en general jamás ha podido reconstruir su unidad (que no homogeneidad), con la que inició el sexenio de Carlos Salinas, quien se encargó de desbaratarla y también aplicarle su política de intrismo.
Cuando observamos a un Presidente asestar tan duro golpe a un sindicato tan importante como es el SME, no podemos sino pensar en que algo grave está sucediendo en nuestro país. Calderón está midiendo fuerzas con la izquierda, con los sindicatos. Intenta ganarse su legitimidad con acciones represivas al estilo salinista, y de paso, pone a prueba su alianza política con el PRI. Y Por si fuera poco, desaparece al mismo tiempo un aliado importante de Andrés Manuel López Obrador.
Decimos que es la punta del iceberg porque estamos convencidos que si se deja pasar tan grave afrenta hacia los sectores progresistas, vendrán después otros ataques hacia los trabajadores como la reforma laboral.

PAIDEIA La educación en México

domingo, 1 de noviembre de 2009

PAIDEIA
La educación en México
Félix Fernando Jiménez Hernández

Uno de los pilares fundamentales de una sociedad es la educación, no en balde es la que han tratado siempre de controlar los gobiernos en turno en las altas esferas del poder mexicano. Y digo en las altas esferas, porque tanto Elba Esther Gordillo, líder del sindicato de maestros, como una enorme lista de presidentes de nuestro país, gobernadores de estados, algunos grandes empresarios extranjeros y nacionales y un tanto más de algunos lideres religiosos han modificado a su antojo o presionado para moldear los planes de estudio, los libros de texto y el perfil con el que deben salir graduados los alumnos de algunas instituciones educativas según su conveniencia.
Resulta lamentable que a las instituciones educativas del gobierno que están en todos los estados y que logran hacer hombres creativos para el país les recorten el presupuesto económico, pero ahí no termina todo, porque los colegios o escuelas privadas que también ayudan al buen desarrollo humano, también le buscaron la forma de afectarlas con el famoso IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única), y da la casualidad que las escuelas religiosas se registran como fundaciones culturales y no pagan este impuesto, quedándose así con todas las colegiaturas en sus instituciones.
Todo esto con que fin de que un país como México, llamado con eufemismo: país en vías de desarrollo y no país tercermundista, produzca mano de obra barata tanto para las grandes empresas extranjeras como nacionales, que son las que controlan la economía y por tal motivo sólo piensan entrar en la lista de los grandes millonarios del mundo.
Todos los enemigos de una buena educación, saben que podrán controlar las formas de pensar, pero lo que jamás podrán controlar es el espíritu de libertad del ser humano y menos el espíritu del mexicano.
Esta sección denominada Paidós, será un espacio de reflexión acerca de temas educativos y que tiene que ver con asuntos de la educación en nuestro país.