Héctor el Príamida
Estrada, Francisco. Presidente legítimo, las memorias de miguel henríquez guzmán. Centro de estudios del liberalismo “miguel henríquez guzmán. México D.F. 2009.
Francisco Estrada nos muestra en su libro Presidente legítimo, las memorias de Miguel Henríquez Guzmán, en qué desembocaron las pragmáticas decisiones del General Lázaro Cárdenas del Rio al apoyar a sus sucesores presidenciales. Nos brinda la reflexión sobre lo que fue de la Revolución Mexicana y por ende, de nuestra Magna Carta.
Presidente legítimo nos enseña que aquel candidato que no hace negociaciones con el país vecino (EEUU) jamás tendrá la presidencia, aunque democráticamente en las urnas haya vencido, y en dado caso de que se reconozca su triunfo, aparece la amenaza de invasión o en el mejor de los casos, el de un golpe de Estado, como lo han venido demostrado en demasiados países latinoamericanos, lo que demuestra que los votos en una elección presidencial no importan, ya que será presidente de la república mexicana el que mejor ofrezca la explotación de mano de obra barata y la explotación de la tierra a los países llamados primer mundistas.
A través de textos escritos por el General Miguel Henríquez, Francisco Estrada nos enseña el proceso de las elecciones presidenciales de 1952. Un proceso donde nos narra la forma y las cosas que el gobierno, que ya conocía su derrota, realizó como: trampas, asesinatos, desapariciones de personas afines al movimiento Henríquista para que claudicara. Y en algunas ocasiones, esta forma de negociar del gobierno, ha llegado a veces a corromper a los líderes y comprar así el movimiento, como sucedió con Cuauhtémoc Cárdenas en el año de 1988. Aunque con Miguel Henríquez no sucede eso, todo lo contrario, lucha apegado a la Constitución Política Mexicana por que se reconozca su triunfo, pero la historia nos ha demostrado que en todos los fraudes que han existido en las elecciones presidenciales, el gobierno no reconocía, no reconoce ni reconocerá su derrota y que hasta ahora toda forma, estrategia o mecanismo pacifico que se tome para que sea reconocido el triunfo, jamás será demasiada presión ni la solución. Surgen entonces las dudas: ¿qué debe hacer el pueblo para evitar fraudes? ¿A qué debe llegar el pueblo para que el gobierno reconozca su derrota, si de todos los mecanismos que se han intentado hasta ahora no han funcionado?
Este libro nos dice que siempre ha habido hombres leales a la justicia social, pero sobre todo, hombres con principios que jamás han dejado de luchar y que jamás se traicionaron a ellos mismos como Miguel Henríquez Guzmán.
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